Gallinas de Guinea

Las gallinas de guinea tienen su origen en África, habiéndose expandido de manera natural por todo el continente. En el antiguo Egipto eran animales considerados sagrados y en Grecia por la exquisitez de su carne.

A pesar de que las gallinas de guinea han sido criadas desde hace muchos años, nunca han alcanzado un grado de domesticación completo. Aunque actualmente están bastantes expandidas por todo el mundo, lo que ha hecho posible su cría industrial. Destacan Francia e Italia como grandes productores a nivel mundial.

Destacan tanto por la producción de carne como de huevos. Las gallinas de guinea son bastante voraces, lo que las hace perfectas para luchar contra plagas, especialmente las garrapatas. No podemos olvidar que se les considera una de las aves más “ruidosas”, tanto ante posibles intrusos como por estar continuamente cacareando.

No suele haber un claro diformismo sexual entre machos y hembras, aunque los machos son más grandes y poseen espolones, así como un cuerno más desarrollado dirigido hacia atrás.

Son animales de hábitos sedentarios, nidifican en el suelo. Las gallinas de guinea tienen un carácter gregario y son omnívoras. Una de las características fundamentales de esta especie es que son monógamas. Suelen iniciar la puesta hacia los 7 meses de edad, el peso del huevo es de unos 50 gramos y llegan a poner unos 180 huevos. En cuanto a la carne tienen fama por ser algo seca y dura, con poca grasa, pero fina y con un aroma que recuerda a la de la carne de caza.  Tienen entre dos y semanas de edad.